Giuseppe Verdi nos había impresionado con obras tan dramáticas como Il Trovatore, Simon Boccanegra o La Forza del Destino donde la muerte se respiraba por doquier y la naturaleza psicológica de los personajes empezaba a ser más compleja, mostrando así un dominio total del texto, creando gran fuerza entre palabra y música, y resultando en el nacimiento de personalidades realmente atormentadas.
La extraña figura de Carlo resume gran parte de lo que Verdi había hecho hasta entonces.
Un hombre dolido que encuentra un gran soporte en su inseparable Rodrigo con quien forja una relación de mucho amor y hermandad, sobresale el dueto del segundo acto donde se pueden escuchar los motivos de lealtad entre ambos y que se repetirán incluso en la muerte de Posa.
Su relación con Elisabetta imposible de llevarse acabo, con Filippo, su padre, llena de rabia y descontento cuya mente perversa y solitaria se materializa en las desgracias de Carlo, sin dejar de lado al Gran Inquisidor, la auténtica representación del mal, y Éboli, sumisa ante la Reina y con trampas y engaños al final.
Musicalmente el Don Carlo nos muestra un Verdi en su total perfección y maestría orquestal. Siendo cualquier versión, la italiana o la francesa, podemos escuchar una sonoridad apabullante con bellos preludios, arias muy bien logradas, duetos excelsamnte estructurados, coros impetuosos y grandes escenas finales.
Orquestaciones densas y pesadas en los momentos cumbres (escena de entrada del Gran Inquisidor) caóticas (confrontación de Filippo con Elisabetta, aria de Éboli) y delicadas (dueto de Carlo y Elisabetta)
Esta grabación cuenta con un elenco de juventud iniciando con un Domingo de capacidades vocales lindísimas, Caballé es una Elisabetta dulce y muy bellamente cantada, Raimondi nos muestra un Filippo elegante y dramático, Milnes encarna un Posa de los mejores grabados, Verret da vida a una Éboli idónea y problemática, Foiani, cantando al Gran Inquisidor, no hace más que mostrar el carácter malvado y terrorífico de aquél.
La dirección de Giulini es exacta, limpia y muy depurada.
Finalizando, Verdi nos dejó la que es quizá, su más grande obra.
Giuseppe Verdi "Don Carlo"
Filippo II: Ruggero Raimondi
Don Carlo: Plácido Domingo
Elisabetta di Valois: Montserrat Caballé
Rodrigo, Marchese di Posa: Sherrill Milnes
La Principessa d´Eboli: Shiley Verrett
Il Grande Inquisitore: Giovanni Foiani
Un Frate: Simon Estes
Tebaldo: Delia Wallis
Il Conte di Lerma: Ryland Davies
Un araldo reale: John Noble
Una Voce dal cielo: Maria-Rosa del Campo
Carlo Maria Giulini; Ambrosian Opera Chorus; Orchestra of the Royal Opera House (1971)
CD I CD II CD III
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