Llegamos al último suspiro de Wagner y con ello la conclusión de este merecido homenaje para recordar a Sir Georg Solti y el legado que deja en la obra del genio de Leipzig.
Parsifal supone para mí el punto central del Wagner de Solti (haciendo a un lado el anillo) teniendo en cuenta sólo las óperas "individuales"
Es donde encuentro un mayor acierto en cuanto a dirección y más que nada de elenco; (para le época) de ensueño, si bien ya algunos estaban en un decline vocal.
Gottlob Frick me da la impresión de que con los años el desgaste de su instrumento hizo que cantara de una forma más pasiva, se le oye un Gurnemanz nobilísimo, sereno, como aceptando y viendo a épocas pasadas con nostalgia, siendo justamente esta característica lo que hace sienta su interpretación adecuada.
El extraño papel de Kundry a quién más se le pudo dar: Christa Ludwig, no hay otra. Lo que atrás hizo como Venus, seducirnos e impactarnos con ese papel, aquí lo traduce de nuevo en una interpretación prodigiosa, de nuevo desafiándose a sí misma, superando lo logrado en el Tannhäuser, siendo para mí la mejor Kundry en disco (con permiso de Waltraud Meier) en fin, esta mujer lo canta todo.
El Amfortas de Fischer-Dieskau me dice mucho, tiene tanto el coraje como lo compasivo, esa linea que divide lo sobreactuado nunca la pasa, sus monólogos los sabe manejar de tal forma que se siente muy vívido su dolor, mostrando todo su talante y abolengo al que nos tiene acostumbrados.
En el papel que da nombre a la ópera tenemos un René Kollo que sólo muestra las cualidades que puede, sin ir más lejos; no es un tenor indicado para cantar a Parsifal (de hecho, ¿qué tenor lo es?) siendo un papel tan difícil, el alemán no cuenta con las herramientas necesarias para abordarlo, y como sabrán (si han seguido el blog últimamente) ya mencioné mi opinión sobre sus papeles Wagnerianos más "espirituales" no me agradan tanto, pero si Solti lo eligió para cuatro de sus grabaciones debe hacer algo bien.
Un lujo estratosférico es el Titurel de Hans Hotter, enorme, pero uno no puede evitar querer escucharlo como lo hecho en la legendaria función de Bayreuth (`62) que quedaría registrada para la historia: como el Gurnemanz más querido por cualquier Wagneriano.
Zoltan Kélémen haciendo lo propio y exacto con Klingsor, no hay tanto qué decir, habiendo muchos grandes en este papel, él sigue lo hecho por otros, y defendiéndose con maestría.
Por el apartado de la dirección Solti hace lo debido; tras las grabaciones de Knappertsbusch, todo aquel que dirigiera Parsifal me imagino tendría esa difícil necesidad de seguir pero no imitar lo hecho por Kna: el modo en que elevaba la partitura a grados de espiritualidad inmensos convirtiéndose en el dios y señor de esta obra.
Pero Solti no flaquea y como (en la mayoría de los casos) su batuta se mantiene enérgica y firme; sí tiene sus momentos en los que parece carecer de inspiración divina, ciertos lapsos en los que sus tempos son rápidos, pero esto queda en segundo plano cuando terminamos de escuchar el primer acto, la gran tensión del segundo y de ahí hasta los últimos instantes del tercero, moderándose, sin infringirle peso de más a ningún instrumento, sabiendo que estamos ante una obra que no tiene palabras suficientes para alabarla, sólo escuchar y quedar encantados y Solti lo logra con creces, no por nada este Parsifal se encuentra entre las grabaciones en estudio más recomendables por todo lo que nos brinda; y mencionar un coro majestuoso, sobretodo los niños cantores, unos verdaderos ángeles.
Es donde encuentro un mayor acierto en cuanto a dirección y más que nada de elenco; (para le época) de ensueño, si bien ya algunos estaban en un decline vocal.
Gottlob Frick me da la impresión de que con los años el desgaste de su instrumento hizo que cantara de una forma más pasiva, se le oye un Gurnemanz nobilísimo, sereno, como aceptando y viendo a épocas pasadas con nostalgia, siendo justamente esta característica lo que hace sienta su interpretación adecuada.
El extraño papel de Kundry a quién más se le pudo dar: Christa Ludwig, no hay otra. Lo que atrás hizo como Venus, seducirnos e impactarnos con ese papel, aquí lo traduce de nuevo en una interpretación prodigiosa, de nuevo desafiándose a sí misma, superando lo logrado en el Tannhäuser, siendo para mí la mejor Kundry en disco (con permiso de Waltraud Meier) en fin, esta mujer lo canta todo.
El Amfortas de Fischer-Dieskau me dice mucho, tiene tanto el coraje como lo compasivo, esa linea que divide lo sobreactuado nunca la pasa, sus monólogos los sabe manejar de tal forma que se siente muy vívido su dolor, mostrando todo su talante y abolengo al que nos tiene acostumbrados.
En el papel que da nombre a la ópera tenemos un René Kollo que sólo muestra las cualidades que puede, sin ir más lejos; no es un tenor indicado para cantar a Parsifal (de hecho, ¿qué tenor lo es?) siendo un papel tan difícil, el alemán no cuenta con las herramientas necesarias para abordarlo, y como sabrán (si han seguido el blog últimamente) ya mencioné mi opinión sobre sus papeles Wagnerianos más "espirituales" no me agradan tanto, pero si Solti lo eligió para cuatro de sus grabaciones debe hacer algo bien.
Un lujo estratosférico es el Titurel de Hans Hotter, enorme, pero uno no puede evitar querer escucharlo como lo hecho en la legendaria función de Bayreuth (`62) que quedaría registrada para la historia: como el Gurnemanz más querido por cualquier Wagneriano.
Zoltan Kélémen haciendo lo propio y exacto con Klingsor, no hay tanto qué decir, habiendo muchos grandes en este papel, él sigue lo hecho por otros, y defendiéndose con maestría.
Por el apartado de la dirección Solti hace lo debido; tras las grabaciones de Knappertsbusch, todo aquel que dirigiera Parsifal me imagino tendría esa difícil necesidad de seguir pero no imitar lo hecho por Kna: el modo en que elevaba la partitura a grados de espiritualidad inmensos convirtiéndose en el dios y señor de esta obra.
Pero Solti no flaquea y como (en la mayoría de los casos) su batuta se mantiene enérgica y firme; sí tiene sus momentos en los que parece carecer de inspiración divina, ciertos lapsos en los que sus tempos son rápidos, pero esto queda en segundo plano cuando terminamos de escuchar el primer acto, la gran tensión del segundo y de ahí hasta los últimos instantes del tercero, moderándose, sin infringirle peso de más a ningún instrumento, sabiendo que estamos ante una obra que no tiene palabras suficientes para alabarla, sólo escuchar y quedar encantados y Solti lo logra con creces, no por nada este Parsifal se encuentra entre las grabaciones en estudio más recomendables por todo lo que nos brinda; y mencionar un coro majestuoso, sobretodo los niños cantores, unos verdaderos ángeles.
Finalmente, así cierra un ciclo en cuanto a grabaciones Wagnerianas con un director que aportó mucho a éstas, impuso su ya inmortal marca y que sin él, el Wagner que conocemos ahora no tendría el mismo sentido; para algunos fue un director más, para otros, quien nos adentró en el terreno de esta maravillosa música por primera vez, pero sobretodo queda de manifiesto que Solti fue un amante de la belleza que encontramos en el arte, llamado por quien ha estado escribiendo últimamente gustoso estas lineas "el lenguaje más puro del hombre" la Música, reflejándolo en el inmenso legado que nos dejó y prevalecerá.
Richard Wagner "Parsifal"
Amfortas: Dietrich Fischer-Dieskau
Parsifal: René Kollo
Gurnemanz: Gottlob Frick
Kundry: Christa Ludwig
Klingsor: Zoltan Kélémen
Titurel: Hans Hotter
Erster Gralsritter: Robert Tear
Zweiter Gralsritter: Herbert Lackner
Erster Knappe: Rotraud Hansmann
Sweiter Knappe: Marga Schiml
Dritter Knappe: Heinz Zednik
Vierter Knappe: Ewald Aichberger
Klingsors Blumenmädchen:
Lucia Popp
Alison Hargan
Anne Howells
Kiri Te Kanawa
Gillian Knight
Margarita Lilowa
Ein Altstimme: Birgit Finnilä
Georg Solti: Wiener Staatsopernchor, Wiener Sängerknaben; Wiener Philharmoniker (1972)
CD I CD II CD III CD IV + Libreto
Erster Gralsritter: Robert Tear
Zweiter Gralsritter: Herbert Lackner
Erster Knappe: Rotraud Hansmann
Sweiter Knappe: Marga Schiml
Dritter Knappe: Heinz Zednik
Vierter Knappe: Ewald Aichberger
Klingsors Blumenmädchen:
Lucia Popp
Alison Hargan
Anne Howells
Kiri Te Kanawa
Gillian Knight
Margarita Lilowa
Ein Altstimme: Birgit Finnilä
Georg Solti: Wiener Staatsopernchor, Wiener Sängerknaben; Wiener Philharmoniker (1972)
CD I CD II CD III CD IV + Libreto