Después de componer dos óperas donde la violencia, la barbarie y el mas inhumano trato que le da a sus personajes nos muestra lo brutal de éstos (Salomé y Elektra) Strauss escribe esta que es un verdadero canto a la belleza.
Lo que antes fue oscuridad y tinieblas, aquí se convierte en una obra llena de claridad, brillantez y el mas divino sentido de amor natural; una música que nos devuelve a la Viena del siglo XVIII, la época de Mozart, mirando hacia ella con hermosa nostalgia.
De nuevo con libreto de Hugo von Hofmannsthal, (esta vez original y bastante largo, en promedio tres horas de música) aquí se dan lugar las claras similitudes con la ópera cómica del 1700; enredos, situaciones jocosas, el ver la vida de forma despreocupada pero con profundo sentimentalismo y siempre aflorando esa bella candidez de la cual beben sus personajes.
Tenemos en la Mariscala (ciertamente un muy demandante rol para el repertorio de soprano) una mujer que ve cómo pasan sus días de gloria aceptando su inminente destino; Octavian, un jovenzuelo al que su ebulliciente sexualidad le dice que ame y se entregue a las pasiones que ésta le brinda, encontrando en Sophie, muchacha igualmente deseosa de amor, su ideal autentico.
El Caballero de la Rosa también supuso una ruptura o un distanciamiento de sus entonces mas "fieles" seguidores (los mas vanguardistas de sus círculos alemanes) desconcertándolos pues tras aquel par de óperas agresivas a Strauss le habían concedido fama de un compositor rebelde y transgresor, y que evidentemente sus ahora detractores no estaban preparados para una comedia, pero con todo este revuelo la ópera fue un éxito ya desde su estreno en enero de 1911 en Dresde.
El Registro:
La grabación, si bien no es de los Caballeros mas atractivos, sí tiene sus momentos en los cuales encontramos una buena lectura por parte de sus interpretes.
La Mariscala de Tomowa-Sintow se deja sentir, es un canto grato sin evidentes rastros de aburrimiento y con prudentes dotes del virtuosismo con el cual su personaje logra enamorarnos.
Encuentro en el Octavian de Agnes Baltsa una muy buena interpretación, la veo como una Christa Ludwig (otro Octavian legendario) que todo lo que canta lo hace de maravilla resaltando ese tono de Mezzo al que escucho muy cariñoso; igualmente Janet Perry plasma en su Sophie un canto que es pura dulzura y gracia encantadora.
Kurt Moll es un gran Barón, transmitiendo fielmente el aspecto cómico y burdo de aquel.
Se critica este registro por ser una grabación del director y no de los cantantes, sea esto cierto o no aquí Karajan a mi parecer está genial, con sus ya acostumbrados ataques estridentes que venía acarreando desde la década pasada (este Caballero data de 1982) no siendo éstos un punto negativo en ningún instante sino mas bien un atractivo sonoro que va de la mano con el carácter sinfónico predominante de la partitura y siendo el mismo director un hombre que dejó grandes tomas en este género.
La Filarmónica de Viena siempre es un lujo al entregarnos un Strauss y en este Rosenkavalier logra exprimirle toda la exquisitez de tan hermosa obra.
Richard Strauss "Der Rosenkavalier"
Marschallin: Anna Tomowa-Sintow
Octavian: Agnes Baltsa
Sophie: Janet Perry
Baron Ochs: Kurt Moll
Faninal: Gottfried Hornik
Annina: Helga Müler Molinari
Un cantante: Vinson Cole
Herbert von Karajan; Wiener Philharmoniker
CD I CD II CD III
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