Gli amanti dell'opera

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domingo, 8 de diciembre de 2013

Tristan und Isolde (Nilsson, Uhl, Resnik, Krause, Van Mill, Solti; Wiener Philharmoniker)



Cómo empezar a hablar de Tristan e Isolda, una ópera tan profunda pero a la vez tan hermosa que te deja en un estado de encantamiento total, así es.
Iniciemos con el argumento, sencillo, universal: Isolda (princesa Irlandesa) es llevada a Cornualles custodiada por el caballero Tristan para dar en matrimonio al anciano rey Marke, durante la travesía la princesa espera la visita de Tristan y al éste desdeñarle, a Isolda le invade una furia hacia él recordando aquella batalla que tuviera lugar en Irlanda donde Morold (del que Isolda estaba enamorada) es herido gravemente por Tristan, saliendo él igualmente herido y al no mostrar gratitud por curarle las heridas (en un principio Isolda pensaba matar a Tristan pero en vez de esto lo lleva a su palacio para curarlo) 
Tras estos recuerdos y la rabia que la apresa, Isolda pide a su doncella Brangania que prepare un veneno y así matar a Tristan para enseguida tomarlo ella misma y librarse de un matrimonio no deseado y al que ha sido forzada, pero la doncella ante tan macabros planes prepara un elixir de amor, que tras ambos beberlo ya se imaginarán las consecuencias del acto: una intensa y trágica historia de como ninguna otra, el amor por sobre todas las cosas.

Es también Tristan una de las creaciones más impresionantes del arte en general; con su música hasta entonces revolucionaria que rompía los cánones estéticos de la época (la música del futuro) y cuya partitura es dueña de algunas de las páginas orquestales más sublimes que se hayan escrito: su preludio, que te absorbe a medida que nos dejamos llevar por él; el apoteósico, majestuoso, divino, (y me quedaría corto de adjetivos) dúo de amor del segundo acto que queda a la posteridad como algo... insuperable; los lamentos de Tristan del último acto donde la música genera una sensación de empatía muy dolorosa.
Y la escena final (es imposible no nombrarla) el Liebestod o "muerte de amor" donde en un trágico tercer acto (Tristan muere tras las heridas causadas en el enfrentamiento que da fin al segundo acto) Isolda representa esta última escena, de las más bellas de la literatura operística, al narrar (de manera celestial) el intenso y gran amor que siente por su amado que cree se ha transfigurado para llamarla a una vida eterna más allá de todo, muriendo bellamente, dando así fin a la epopeya de amor más apasionante jamás escrita y una de las óperas, no sólo de Wagner, sino de todo el arte teatral, más hermosas que se conozcan. Una obra inabarcable.


La grabación:

Georg Solti grabaría el catálogo de óperas estándar Wagnerianas logrando tener entre sus filas a cantantes inmensos pero siempre con algunos que no logran adaptarse a esa ardua osadía de cantar Wagner y este, su Tristan, cuenta con este defecto en el tenor Austriaco Fritz Uhl cuyo canto no alcanza ni en belleza y expresividad, mostrando poco sentimiento que nos transmita el sentir de su caballero, dando un resultado carente de histrionismo que se evidencía, pasando sin pena ni gloria. Quizá no haya más qué decir.

Pero esto queda en segundo plano cuando tienes a esta Diosa Sueca llamada Birgit Nilsson grabando, en ¡1960! a Isolda, está de más decir cómo sale de la empresa al todos saber las capacidades de esta mujer, pero vamos, tengo que hacerlo.
Una voz fresca, joven (aunque contaba con 42 años) pero de igual manera escuchándosele totalmente en una brillante plenitud, apasionada como siempre, antológica (como siempre) lanzándose con esa fiereza y manteniendo la dulzura bien en lo alto.
Qué más puedo decir, la mejor Isolda por décadas siendo uno de sus personajes más emblemáticos (junto con su Brunhilda claro) hasta la llegada de una tal Waltraud Meier quien se adueñaría del rol a placer, pero eso... es otra historia.



                 

Buena la Brangäne de Resnik (quien cosechó grandes éxitos al lado de la Nilsson) llevando su personaje en sincronía con Isolda, buena dupla.
Solti como lo fue: energía ante todo, yendo de la mano con su fiel Wiener Philharmoniker y un sonido para la época bastante pulcro, pues ya sabemos que la DECCA y sus ingenieros de sonido nos brindan grabaciones espléndidas.

Recordar también que el próximo 25 de Diciembre se cumplen ocho años de la partida de esta "Diosa Sueca" quien nos legó registros legendarios y presentaciones de igual reconocimiento siendo su Isolde de lo más bello que hemos escuchado, y el recientemente fallecido Tom Krause.

Richard Wagner "Tristan und Isolde"

Tristan: Fritz Uhl
Isolde: Birgit Nilsson
Brangäne: Regina Resnik
Kurwenal: Tom Krause
König Marke: Arnold Van Mill
Melot: Ernst Kozub
Ein Hirt: Peter Klein 
Ein Seemann: Waldemar Kmentt
Ein Steuermann: Theodor Kirschbichler

Georg Solti; Wiener Philharmoniker, Chor der Wiener Staatsoper (1960)

CD I  CD II  CD III  CD IV  

5 comentarios:

  1. ¿Qué versión recomendarías además de esta? Se habla mucho sobre las versiones de Furtwängler y Karajan, pero a mí me gustaría saber tu opinión sobre las de Kleiber (Carlos) y Böhm.
    P.D. Me encanta tu blog.

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    1. Jose M. López: Sobre la de Kleiber no puedo decir mucho, la escuché hace tiempo y me pareció buena en cuanto a la toma sonora, Kollo NO es Tristán, se le escucha medianamente decente sin más cosas que adorarle; la Price cantando Wagner: aún con el bello instrumento que tiene, su Isolda la veo... sí, apasionada, pero nada que sorprenda a escuchas muy demandantes.

      Y la de Böhm es ya legendaria: Nilsson, Windgassen (de las mejores parejas wagnerianas de la historia) Ludwig, Talvena... bastante tensión y dramatismo en la batuta... incluso Böhm le saca más "sangre" a la Nilsson que Solti... esta es "la elegida" definitivamente.

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    2. Muchísimas gracias por tu respuesta, he comprado en Amazon.es la versión de Böhm. Gracias de nuevo.
      Un saludo

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  2. Yo he escuchado en varias ocasiones el Tristán de Solti y la verdad, sin decir que Fratz Uhl es el mejor Tristan no lo veo tan malo como dice la gente. A mi no me molesta y opino que es una de las mejores versiones que hay. Pasa algo parecido con el Lohengrin de Kubelik y Gwhneth Jones y su Ortrud. Yo la encuentro interesante

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