Gli amanti dell'opera

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jueves, 26 de diciembre de 2013

Parsifal (Estes, Hofmann, Meier, Sotin, Mazura, Salminen, Levine; Chor und Orchester der Bayreuther Festspiele)



Despido el año con Parsifal ópera increíble, sorprendente, de proporciones míticas; felíz año a todos!

Parsifal es para mi "algo" sagrado que te deja pensando ¿qué es lo que presencié? al escucharla y sobretodo, verla; la impresionante música que despliega cualquier batuta que la dirija, el hipnotismo que generan sus Leitmotivs, la "música de la transformación" el dolor y empatía con sus personajes, la mágica escena del Grial con las voces que vienen, literalmente, desde los cielos, el armonioso momento coral que nos muestran las muchachas flor, la "música del Viernes Santo" el doloroso arribo del féretro donde traen a Titurel y la escena final: inmaculada, donde al fin los sufrimientos de Amfortas (personaje que en lo personal hace sentir en mi mucho) tienen fin, para así, después de casi cuatro horas y media de la música más arrebatadora y acogedora que la pluma de Wagner pudo emanar, uno queda en hechizo total.
Alguna vez dije, refiriéndome a ésta música, como la más hermosa de siglo XIX, quizá me precipité en aquel entonces y soné muy temerario pero fue algo que me impactó desde la primera escucha por todos esos momentos anteriormente dichos.

Tuvieron que pasar 25 años para que Wagner la terminara por completo iniciándola o "pensándola" en aquel lejano 1857 y a 131 desde su estreno en Bayreuth la atmósfera sigue siendo la misma: Una belleza sobrenatural... única.
También es bien sabido por todos la ruptura que se dio entre Wagner y Nietzsche al éste verla representada y despreciarla desde el inicio por su amplio, evidente, sentido religioso y espiritual aunada a una bastante complicada psicología que tras años de escucharla y verla aún no comprendo del todo, vamos, con Wagner hay que ir de forma lenta, paso a paso, adentrarse en su música con los oídos, pero sobre todo, la mente muy abierta.

La Grabación:

Habiendo tantas grabaciones en "La Colina Sagrada" ésta es hasta cierto grado algo atractiva por algunos puntos a favor aunque otros no convencen muy bien, empezando por el elenco donde encontramos algunas variaciones que se inclinan hacia lo bueno y lo medianamente aceptable: el Parsifal de Peter Hofmann no lo encuentro en un estado con el cual nos diga la naturaleza pura de este complicado rol - el blog lo inaguré con la grabación de Karajan donde curiosamente Hofmann hacía a este "tonto inocente" en aquel (grabado cinco años antes) tampoco se le escuchaba a la "altura" aunque sí con una sinceridad bien plasmada oyéndose en éste de igual forma.
Siendo Amfortas un personaje sufrido hasta los huesos es complicado tener una voz que se acople y muestre sus vívidos sentimientos en todas sus formas: Simon Estes lo representa "bien" canta su monólogo con un tono "fuerte" sin esperar más dejando ver la angustia "normal" 
Siempre es un deleite escuchar la Kundry de Waltraud Meier llámese en vivo, en estudio o como sea, de bella voz, aquí muy joven (29 años) y se le oye en gran estado: dramática, bien expresiva, malvada y seductora, (sus gritos al encontrarse con Klingsor en el segundo acto son para la posteridad, en fin, toda la interpretación; la mejor Kundry de las últimas décadas)
Hans Sotin es un buen Gurnemanz, algo, digamos "seco" pero lo sientes pleno; es un grande este bajo alemán.
El malvado Klingsor de Franz Mazura (viejo conocido de Bayreuth) ya es un clásico de siempre.
Algo de gran atractivo es el Titurel de Matti Salminen (de los mejores cantados) enorme, de voz sepulcral.

Los Tempi de Levine son excesivamente lentos en esta obra ¡16:23 el preludio! - recordar su posterior grabación en estudio con Plácido Domingo como Parsifal que en lo personal no me termina de gustar del todo, la "interesante" Kundry de Jessye Norman y el gran Amfortas de James Morris que es a quien disfruto más de todo el registro - pero siendo este "en vivo" su mejor momento en comparación.
Escuchar Parsifal en (como la llamo yo) La tierra prometida -El Festival de Bayreuth - siempre es una experiencia de otro mundo, mágica, con esta orquesta maravillosa, los mejores coros, acústica para morirse... el ambiente perfecto para una obra que invita a encontrarnos con la espiritualidad más franca de nuestro interior.

Richard Wagner "Parsifal"

Amfortas: Simon Estes
Parsifal: Peter Hofmann
Kundry: Waltraud Meier
Gurnemanz: Hans Sotin
Klingsor: Franz Mazura
Titurel: Matti Salminen

James Levine; Chor und Orchester der Bayreuther Festspiele (1985)

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domingo, 8 de diciembre de 2013

Tristan und Isolde (Nilsson, Uhl, Resnik, Krause, Van Mill, Solti; Wiener Philharmoniker)



Cómo empezar a hablar de Tristan e Isolda, una ópera tan profunda pero a la vez tan hermosa que te deja en un estado de encantamiento total, así es.
Iniciemos con el argumento, sencillo, universal: Isolda (princesa Irlandesa) es llevada a Cornualles custodiada por el caballero Tristan para dar en matrimonio al anciano rey Marke, durante la travesía la princesa espera la visita de Tristan y al éste desdeñarle, a Isolda le invade una furia hacia él recordando aquella batalla que tuviera lugar en Irlanda donde Morold (del que Isolda estaba enamorada) es herido gravemente por Tristan, saliendo él igualmente herido y al no mostrar gratitud por curarle las heridas (en un principio Isolda pensaba matar a Tristan pero en vez de esto lo lleva a su palacio para curarlo) 
Tras estos recuerdos y la rabia que la apresa, Isolda pide a su doncella Brangania que prepare un veneno y así matar a Tristan para enseguida tomarlo ella misma y librarse de un matrimonio no deseado y al que ha sido forzada, pero la doncella ante tan macabros planes prepara un elixir de amor, que tras ambos beberlo ya se imaginarán las consecuencias del acto: una intensa y trágica historia de como ninguna otra, el amor por sobre todas las cosas.

Es también Tristan una de las creaciones más impresionantes del arte en general; con su música hasta entonces revolucionaria que rompía los cánones estéticos de la época (la música del futuro) y cuya partitura es dueña de algunas de las páginas orquestales más sublimes que se hayan escrito: su preludio, que te absorbe a medida que nos dejamos llevar por él; el apoteósico, majestuoso, divino, (y me quedaría corto de adjetivos) dúo de amor del segundo acto que queda a la posteridad como algo... insuperable; los lamentos de Tristan del último acto donde la música genera una sensación de empatía muy dolorosa.
Y la escena final (es imposible no nombrarla) el Liebestod o "muerte de amor" donde en un trágico tercer acto (Tristan muere tras las heridas causadas en el enfrentamiento que da fin al segundo acto) Isolda representa esta última escena, de las más bellas de la literatura operística, al narrar (de manera celestial) el intenso y gran amor que siente por su amado que cree se ha transfigurado para llamarla a una vida eterna más allá de todo, muriendo bellamente, dando así fin a la epopeya de amor más apasionante jamás escrita y una de las óperas, no sólo de Wagner, sino de todo el arte teatral, más hermosas que se conozcan. Una obra inabarcable.


La grabación:

Georg Solti grabaría el catálogo de óperas estándar Wagnerianas logrando tener entre sus filas a cantantes inmensos pero siempre con algunos que no logran adaptarse a esa ardua osadía de cantar Wagner y este, su Tristan, cuenta con este defecto en el tenor Austriaco Fritz Uhl cuyo canto no alcanza ni en belleza y expresividad, mostrando poco sentimiento que nos transmita el sentir de su caballero, dando un resultado carente de histrionismo que se evidencía, pasando sin pena ni gloria. Quizá no haya más qué decir.

Pero esto queda en segundo plano cuando tienes a esta Diosa Sueca llamada Birgit Nilsson grabando, en ¡1960! a Isolda, está de más decir cómo sale de la empresa al todos saber las capacidades de esta mujer, pero vamos, tengo que hacerlo.
Una voz fresca, joven (aunque contaba con 42 años) pero de igual manera escuchándosele totalmente en una brillante plenitud, apasionada como siempre, antológica (como siempre) lanzándose con esa fiereza y manteniendo la dulzura bien en lo alto.
Qué más puedo decir, la mejor Isolda por décadas siendo uno de sus personajes más emblemáticos (junto con su Brunhilda claro) hasta la llegada de una tal Waltraud Meier quien se adueñaría del rol a placer, pero eso... es otra historia.



                 

Buena la Brangäne de Resnik (quien cosechó grandes éxitos al lado de la Nilsson) llevando su personaje en sincronía con Isolda, buena dupla.
Solti como lo fue: energía ante todo, yendo de la mano con su fiel Wiener Philharmoniker y un sonido para la época bastante pulcro, pues ya sabemos que la DECCA y sus ingenieros de sonido nos brindan grabaciones espléndidas.

Recordar también que el próximo 25 de Diciembre se cumplen ocho años de la partida de esta "Diosa Sueca" quien nos legó registros legendarios y presentaciones de igual reconocimiento siendo su Isolde de lo más bello que hemos escuchado, y el recientemente fallecido Tom Krause.

Richard Wagner "Tristan und Isolde"

Tristan: Fritz Uhl
Isolde: Birgit Nilsson
Brangäne: Regina Resnik
Kurwenal: Tom Krause
König Marke: Arnold Van Mill
Melot: Ernst Kozub
Ein Hirt: Peter Klein 
Ein Seemann: Waldemar Kmentt
Ein Steuermann: Theodor Kirschbichler

Georg Solti; Wiener Philharmoniker, Chor der Wiener Staatsoper (1960)

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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Lohengrin (King, Janowitz, Stewart, Jones, Ridderbusch, Kubelik; Chor & Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks)


 


Hoy se cumplen ocho años de la lamentable muerte del gran James King y la ocasión amerita recordarlo con una de sus mas bellas grabaciones: su Lohengrin.
Un cantante de gran carisma que cosechó mucho éxito en el repertorio alemán, destacándose sobretodo en Wagner y Strauss y los teatros de mayor renombre como la Opera de Viena y Berlín y ganándose a los asiduos visitantes del Festival de Bayreuth como el Sigmund favorito a mediados de los 60´s y 70´s.
Sus registros de Wagner se encuentran entre los mas aclamados y no es para menos pues él siendo Norteamericano es puramente identificado como autentico Heldentenor y el Lohengrin que personalmente mas amo, sin duda. Un grande.




Lohengrin guarda un lugar especial en mi sentir, su música (de una belleza indescriptible) te transforma por su espiritualidad y te lleva a lugares insospechables.
Desde ese empíreo preludio que emana una fuerza sobrenatural, nos deposita tiernamente en una sensación de arrobo, pasando por el tenso segundo acto con el monumental dúo entre Elsa y Ortrud; la primera con su castidad y pureza, la segunda, llena de odio y maldad (Wagner logra una comunión espléndida al escribir este dueto entre una princesa y una hechicera, reproduciendo una escena de magnitudes mágicas)
La ópera culmina con un tercer acto de una luminosidad que rebasa todo arte escrito por Wagner hasta entonces, plagado de una nitidez angelical. (Incluyendo la exquisita y sensual partitura de Tannhaüser)

Personalmente, en momentos de flaqueza siempre recurro a esta ópera y cada vez que la escucho jamás me deja de sorprender, guardando algo nuevo en todas y cada una de las veces que mi mente, alma y espíritu se dejó envolver por el encantamiento de su armonía; disfruto mucho el primer contacto de Lohengrin con Elsa, pareciera que todo alrededor se detiene, acunándonos con esa música que flota y te lleva hasta las lágrimas, (el candor que desprenden estos personajes es de una paz inquebrantable) cuando dice la frase "das ich dein Gatte sei" uno queda... conmovido.
Luego tenemos esos coros angelicales que culminan el acto preguntándose qué es lo que acaban de presenciar, si es real o un hechizo pero sabiendo que fue algo sublime; una escena de hermosa ternura.


La grabación:

A James King (pienso yo) le va muy bien el papel de este Caballero del Cisne, siento que lo canta con gran sentimiento, doloso, sollozante, manteniendo la linea expresiva en bella forma sin caer en amaneramientos; también irradiando (de forma muy íntima) una pasión propia, como ya mencioné, de un Heldentenor. (Es el suyo el Lohengrin que me transmite mas sentimientos por encima de cualquier otro)
La celestial Elsa de Gundula Janowitz hace que quedes hechizado para siempre por ese canto etéreo de una belleza cristalina, prodigando unos agudos acogedores, satinados, dotados de una castidad inmaculada. Uno no puede mas que enamorarse del bello timbre de su voz; también dotando a su personaje de la técnica y musicalidad que siempre dominó la alemana.
Gran elección la de Karl Ridderbusch para interpretar al Rey Enrique, al conservar grandes dotes de sensibilidad melódica. 
La Ortrud de Jones (siempre criticada) me gusta lo acepto; es cierto que canta con una agresividad algo innecesaria, pero tomando en cuenta el carácter de sus rol, le queda bien; ¡¡¡no es Christa Ludwig claro!!! pero a mi parecer la encuentro tan osada y por consiguiente bastante malvada (recalcando que su tesitura es de soprano) cuando nombra por primera vez a Elsa en le segundo acto se le oye tan ardosa... y esa bravura con la que ataca hacia el final de la ópera es tremenda (a mi juicio) Por supuesto no es la Ortrud del que uno se apasione pero deja una interpretación, digamos, diferente.
A la par, Stewart demuestra gran poderío y dramatismo en su igualmente frenético Telramund, lleno de vehemencia, transmitiendo una viveza de marcado expresionismo.

El Wagner de Kubelik siempre ha sido de gran talante (sólo escuchar sus Maestros Cantores, uno lo comprende) y en el Lohengrin muestra una lectura de las mas finas y elevadas, manejando también gran tersura el los coros.

Aquí los sueños se transfiguran (como su protagonista) en esta que es, a mi parecer, la mas bella de sus óperas románticas.

Richard Wagner "Lohengrin"

König Heinrich: Karl Ridderbusch
Lohengrin: James King
Elsa: Gundula Janowitz
Fiedrich von Telramund: Thomas Stewart
Ortrud: Gwyneth Jones
Der Heerufer: Gerd Nienstedt

Rafael Kubelik; Chor & Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks

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domingo, 10 de noviembre de 2013

Der Rosenkavalier (Tomowa-Sintow, Baltsa, Perry, Moll, Karajan; Wiener Philharmoniker)


Después de componer dos óperas donde la violencia, la barbarie y el mas inhumano trato que le da a sus personajes nos muestra lo brutal de éstos (Salomé y Elektra) Strauss escribe esta que es un verdadero canto a la belleza.
Lo que antes fue oscuridad y tinieblas, aquí se convierte en una obra llena de claridad, brillantez y el mas divino sentido de amor natural; una música que nos devuelve a la Viena del siglo XVIII, la época de Mozart, mirando hacia ella con hermosa nostalgia.
De nuevo con libreto de Hugo von Hofmannsthal, (esta vez original y bastante largo, en promedio tres horas de música) aquí se dan lugar las claras similitudes con la ópera cómica del 1700; enredos, situaciones jocosas, el ver la vida de forma despreocupada pero con profundo sentimentalismo y siempre aflorando esa bella candidez de la cual beben sus personajes.
Tenemos en la Mariscala (ciertamente un muy demandante rol para el repertorio de soprano) una mujer que ve cómo pasan sus días de gloria aceptando su inminente destino; Octavian, un jovenzuelo al que su ebulliciente sexualidad le dice que ame y se entregue a las pasiones que ésta le brinda, encontrando en Sophie, muchacha igualmente deseosa de amor, su ideal autentico.

El Caballero de la Rosa también supuso una ruptura o un distanciamiento de sus entonces mas "fieles" seguidores (los mas vanguardistas de sus círculos alemanes) desconcertándolos pues tras aquel par de óperas agresivas a Strauss le habían concedido fama de un compositor rebelde y transgresor, y que evidentemente sus ahora detractores no estaban preparados para una comedia, pero con todo este revuelo la ópera fue un éxito ya desde su estreno en enero de 1911 en Dresde.


El Registro:

La grabación, si bien no es de los Caballeros mas atractivos, sí tiene sus momentos en los cuales encontramos una buena lectura por parte de sus interpretes.
La Mariscala de Tomowa-Sintow se deja sentir, es un canto grato sin evidentes rastros de aburrimiento y con prudentes dotes del virtuosismo con el cual su personaje logra enamorarnos. 
Encuentro en el Octavian de Agnes Baltsa una muy buena interpretación, la veo como una Christa Ludwig (otro Octavian legendario) que todo lo que canta lo hace de maravilla resaltando ese tono de Mezzo al que escucho muy cariñoso; igualmente Janet Perry plasma en su Sophie un canto que es pura dulzura y gracia encantadora.
Kurt Moll es un gran Barón, transmitiendo fielmente el aspecto cómico y burdo de aquel.

Se critica este registro por ser una grabación del director y no de los cantantes, sea esto cierto o no aquí Karajan a mi parecer está genial, con sus ya acostumbrados ataques estridentes que venía acarreando desde la década pasada (este Caballero data de 1982) no siendo éstos un punto negativo en ningún instante sino mas bien un atractivo sonoro que va de la mano con el carácter sinfónico predominante de la partitura y siendo el mismo director un hombre que dejó grandes tomas en este género.
La Filarmónica de Viena siempre es un lujo al entregarnos un Strauss y en este Rosenkavalier logra exprimirle toda la exquisitez de tan hermosa obra.

Richard Strauss "Der Rosenkavalier"

Marschallin: Anna Tomowa-Sintow
Octavian: Agnes Baltsa
Sophie: Janet Perry
Baron Ochs: Kurt Moll
Faninal: Gottfried Hornik
Annina: Helga Müler Molinari
Un cantante: Vinson Cole

Herbert von Karajan; Wiener Philharmoniker

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Idomeneo (Araiza, Hendricks, Mentzer, Alexander, Sir Colin Davies; Chor und Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks)


Fue Idomeneo la primera ópera (en general) de la cual me enamoré por completo. Su dramatismo, la fuerza sentimental, el tratar un tema mitológico, y una música por demás perfecta hicieron que yo resguardara esta ópera como bien mas preciado y me adentrara en el mundo de este bello arte.
Mozart tenia veinticinco años cuando la estrenó (1781) figurando como la primera de sus grandes óperas e iniciando un tipo de drama serio mucho mas profundo ( si bien ya antes había incursionado en este género con Mitridate y Lucio Silla) pero que no volveríamos a ver, sino hasta diez años después, con la composición de La Clemenza di Tito.
Siguiendo la tradicional ópera seria de sus contemporáneos y el mas estricto estilo musical del siglo, en ella encontramos un lenguaje mas dramático, colmado de una fuerza y manejo orquestal exultante, que sentaría las bases para obras mas  vistosas, como la siguiente (El Rapto en el Serrallo) o mas maduras (Don Giovanni)
Pero es indiscutible que Idomeneo es una autentica Obra Maestra; arias con mucha ornamentación, coros alucinantes (como el que tiene lugar al momento en que Idomeneo confiesa que Idamente, su hijo, es la víctima y a quien dará en sacrificio a Neptuno por perdonarle la vida; a mi parecer, los mejores pasajes corales que escribió Mozart se encuentra en esta ópera) 
Otro aspecto destacable son los Recitativos, donde gran parte de la continuidad dramática se plasma en éstos, demostrándonos el genuino sentir de sus personajes; una Ilia (princesa Troyana, hija de Príamo) que llora un amor al que no sabe si querer mostrar; el valeroso Idamante, desdichado hijo en quien recaen las desgracias del padre; la feroz Elettra (princesa griega) con su carácter colérico y explosivo (la música que escribió Mozart para este personaje es de la mas frenética, verdaderas arias de locura y desesperación, como la brava "D´Oreste d´Aiace") y el rol protagónico, Idomeneo, Rey de Creta, al que sus errores le cuestan la vida de su hijo (recordar que en el mito es desterrado por su fatal promesa, mas en la ópera, Mozart, de la mano de Giambattista Varesco (autor del libreto) la culminan omitiendo el trágico final. 
La mejor de las óperas dramáticas del siglo XVIII.

Ya desde la monumental obertura escuchamos la tempestad predominante de la obra; los pesados e incesantes golpes del timbal a lo largo de ésta anuncian el amenazante fragor del mar, el ataque de las cuerdas, acechan punzantes, inquietantes; luego, la calma, festivas notas asentan el revuelo de tan tumultuosos momentos para dar paso a la apertura del telón: Ilia se cree desgraciada, ha sido privada de su padre y hermanos y piensa que Idamante, a quien ama, anhela a Elettra; su canto de dolor "Padre, germani, addio" revela un alma ultrajada, que no puede evitar amar a un griego, hijo de la patria que le quitó a los suyos.
Llega Idamante anunciando que Minerva ha salvado a su padre de la furia de los dioses, pero Ilia lamenta al suyo y pide al guerrero que vea por él, entonces éste clama el perdón culpando a las deidades por la desaparición del padre de la princesa y dispuesto a morir por una error que no cometió.
El alegre coro "Godiam la pace" anuncia la clemencia de los dioses, mas Arbace, sollozante, cree a Idomeneo muerto por la fuerza de Neptuno, Idamante corre hacia la costa desesperado; Elettra, al escuchar la noticia la inunda una furia desmedida pues Idamante sucederá el trono y ve a Ilia como la futura reina de Creta, cantando su aria de odio "Tutte nel cor vi sento"
En las playas se divisa una gran tormenta y los restos del naufragio; un poderoso coro pide a los dioses misericordia "Pietá!, Numi! pietá!" Neptuno cesa el temporal e Idomeneo llega a tierra firme, observando, solo, a su alrededor, paz y calma pero turbado al remembrar el fatídico juramento y recordar el alma del desventurado.
Enseguida tenemos esa dramática escena cuando ve al muchacho, víctima de la promesa que dio al dios del mar, la cual profiere que la primera persona que viera al llegar a salvo a las costas de Creta, iba dar en sacrificio por ser perdonado, y resultando ser... su propio hijo.
Al reconocerle maldice a los dioses y se retira con culpa y el corazón desgarrado, evitándolo en todo momento, Idamente, absorto ante tal recibimiento, queda inmerso en un gran dolor.
Una marcha sirve de escenario donde desembarcan las tropas que acompañaron a Idomeneo en tan cruentas batallas, dando paso a un jubiloso coro que exalta y honra a Neptuno "Nettuno s´onori" dando gracias al dios por nueva vida que les otorga, culminando así el primer acto de esta ópera cuya música pareciera fue concebida en los cielos.


La grabación:

Siendo el primer Idomeneo que escuché no podría hablar de otro registro que no fuera el de Sir Colin Davis, llevando los mandos del Coro y Orquesta Sinfónica de la radio de Baviera y que corresponde a la edición integral que lanzaría la Philips de la obra de Mozart.
Araiza representa al protagonista de forma triunfal, se puede sentir su poder y autoridad, y expone una actitud la cual hace que creas cada frase que sale de su ser; a la par demuestra gran sentimentalismo y amor incondicional (como en el bello Terzetto del segundo acto) y un manejo del virtuosismo perfecto al abordar su muy demandante aria "Fuor del Mar" 
También escuchamos su ya acostumbrada técnica suave y tersa donde recae lo mas sensible de su interpretación.
Al Idamante de Susanne Mentzer se le oye el esmero del cual se sirve para atender el carácter de aquél: un hijo rendido al amor y al dolor.
La Ilia de Hendricks es pura y entrada su intervención damos cuenta de ello; un canto dulce de manejo, y venturoso en fragilidad; contrariamente, Roberta Alexander marca a su Elettra con bastante histrionismo y persona; no la encuentro forzada sino segura en un personaje que es pura expresión y ferocidad.

La dirección de Davis en Mozart siempre la he encontrado con buen instinto, ni falta de furor, moderada, y sin caer en arrojos excesivos que deformen una grabación, siendo ésta un claro ejemplo de ello.

Wolfgang Amadeus Mozart "Idomeneo"

Idomeneo: Francisco Araiza
Idamante: Susanne Mentzer
Ilia: Barbara Hendricks
Elettra: Roberta Alexander
Arbace: Uwe Heilmann
Gran Sacerdote: Werner Hollweg
La Voce: Harry Peeters

Sir Colin Davies; Chor und Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks

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viernes, 1 de noviembre de 2013

Tannhäuser (Windgassen, Nilsson, Fischer-Dieskau, Adam, Gerdes; Chor & Orchester der Deutschen Oper Berlín)


Recuerdo la primera vez que escuché Tannhäuser, (aún sin conocer la trama ni el resto de los personajes lo acepto) su música me atrapó desde el comienzo, me pareció de una belleza que jugaba con los deseos de uno y encerraba algo de fino erotismo; al conocer y saber que la Diosa Venus se encontraba en esta ópera, lo entendí enseguida.
Fue esta precisamente, la versión de Dresde, mi primer contacto con ella; en la obertura encontré un lenguaje musical totalmente nuevo y floreciente para mí, como si dentro de ésta se encontrase una pequeña ópera encerrada, me pareció fascinante; aún no conocía el Leitmotiv y la llamada Melodía infinita pero produjo en mí una sensación realmente bella.
Y mas allá de la sensualidad y el amor pagano o carnal que se muestra en la obra (claro, es un tema muy atractivo que te sugiere el placer divino y eterno) los personajes y la historia dan para más.

El debate en el que cae Tannhäuser al verse indeciso a cuál mundo quiere pertenecer, el del amor mas puro y espiritual al lado de Elisabeth, y donde se encuentra la devoción reinante del Cristianismo o el lujurioso y placentero con Venus, haciendo que el hombre se arroje a su perdición, sin en realidad sentirse del todo cómodo con uno o el otro.
También tenemos ese famoso torneo de canto que se celebraba en épocas medievales teniendo como escenario el imponente Wartburg castillo de los Landgraves, trovadores de moral y virtudes religiosas, cuyo fin era exaltar el amor sacro (Mencionando que el título completo de la ópera es "Tannhäuser und der Sängerkrieg auf Wartburg" Tannhäuser y el torneo de los Cantores del Wartburg al cual Wagner modificó tras en primera instancia nombrarla con el sugerente "Venusberg" o Monte de Venus)
Y el ya dominante tema de la obra y pensar Wagneriano; el del sacrificio y/o redención por el amor, con el cual Elisabeth y el pecador (Tannhäuser), de forma claramente simbólica,  ponen fin a su existir.

El resultado es una ópera de argumento ligeramente confuso, no muy esclarecedor, pero teniendo una partitura de una riqueza melódica increíble.


La grabación:

Con un elenco como el plasmado aquí, referencias claras del canto Wagneriano de la posguerra, uno podría pensar que este Tannhäuser es una autentica maravilla la cual vale su peso en oro, o esperar la mas atractiva y perfecta interpretación/ejecución por parte de sus protagonistas, sin embargo, tristemente, no es así.
Pero no siendo tan severos, este registro cuenta con sus puntos evidentes de clara belleza.
Dietrich Fischer-Dieskau hizo de Wolfram un personaje al que le sacaba todas sus dotes de expresividad y cualidades que Wagner escribió para éste; aquí nos lega una interpretación que la encuentro apasionada, cordial, la cual convence por su refinada (y muy elegante) postura, dotando a su trovador con las mas bellas características que uno le busque.
El abordar ambos papeles femeninos por parte de la Nilsson pareciera una tarea algo complicada y un tanto cansada al pasar de un estado del mas intenso erotismo a la castidad mas pura, pero gratamente la elección funciona hasta cierto punto, aunque claro, el escuchar la misma voz en Venus y Elisabeth nos deja deseando algo mas, sin embargo como siempre su interpretación jamás defrauda (¡es Birgit Nilsson por dios!)
Theo Adam plasma en su Hermann buenas reminiscencias de aquel canto cuidado y señorial que uno espera encontrar en su personaje, desplegando, sobriamente, cualidades que se agradecen.
Es el rol protagónico una de las debilidades notorias; Windgassen ya en un declive interpretativo ineludible reflejando en su Tannhäuser un cantante que no sorprende del todo, falto de emociones pero con la suficiente audacia con la cual logra adaptarse, saliendo ¿triunfante? de la empresa.
Otro punto negro el la dirección de Otto Gerdes; teniendo a su disposición una de las orquestas de mayor renombre no logra efectuar, y por consiguiente, exponer una lectura digna de aplaudirse, careciendo de ese arrojo y realce a la que te invita la partitura.

Para resumir, mas que atractivo, con sus altas y bajas, parece ser este un Tannhäuser... interesante.

Richard Wagner "Tannhäuser"

Hermann: Theo Adam
Tannhäuser: Wolfgang Windgassen
Elisabeth: Birgit Nilsson
Venus: Birgit Nilsson
Wolfram von Eschenbach: Dietrich Fischer-Dieskau
Walther von der Vogelweide: Horst R. Laubenthal
Biterolf: Klaus Hirte
Heinrich der Schreiber: Friedrich Lenz
Reinmar von Sweter: Hans Sotin
Ein junger Hirte: Caterina Alda

Otto Gerdes: Chor und Orchester der Deutschen Oper Berlin

CD I  CD II  CD III Scans y Libreto 

miércoles, 30 de octubre de 2013

Rigoletto (Bastianini, Scotto, Kraus, Cossotto, Vinco, Gavazzeni; Orchestra e Coro del Maggio Musicale Fiorentino)


Despidiendo el mes dedicado exclusivamente al Maestro Giuseppe Verdi e aquí una verdadera fuerza de la naturaleza.
Rigoletto siempre a sido y será la ópera que me introdujo, por vez primera, en toda la agonía de un personaje atormentado, realmente consumido por sus demonios y a pesar de todo esto, un ser puramente frágil y humano.
Siendo un drama poderoso, bajo la pluma de Piave y Verdi se vuelve un torrente de emociones, donde la fuerza dramática no te deja escapar, no tiene puntos débiles (¿qué ópera de Verdi los tiene?) y te mantiene al borde del sentir mas recóndito e intenso.
Como mencioné en el Ernani, la composición de Rigoletto es un estilo vanguardista al que Verdi evolucionaría inevitablemente, haciendo de la partitura un punto de partida hacia lecturas y formas de percibir la música que trascenderían para siempre, dejándonos ver y sentir (de una forma mucho mas real) las verdaderas pasiones del hombre. Un portento.

La grabación elegida es la registrada en 1960 y comandada por Gianandrea Gavazzeni, teniendo a un equipo de cantantes que brilla por su juventud.
El bufón de Ettore Bastianini (ciertamente uno de sus mejores roles) lo encuentro en buena forma, se entrega con energía y afecto, manteniendo un mesurado dramatismo.
Una jovencísima Scotto da vida a esta Gilda bastante infantil y cándida (no podía ser de otra forma) pero derrocha una brillantez de agudos que sorprende. 
A la Cossotto le falta la madurez que vendría en años posteriores, al abordar sus Amneris, Ébolis o Ulricas, (contaba con veinticinco años) sin embargo le imprime a su Maddalena la creíble entonación y carácter por el cual Kraus sucumbe a sus pasiones.
Vinco pasa sin sorpresas, se le escucha bien y centrado; mas es el Duca del propio Kraus quien le da a la grabación un punto aún mas álgido, demostrándonos una auténtica y sublime maestría de canto y dominio de sus facultades, al hacer de su personaje un irresistible (y muy verosímil) villano.
Algo carente la fuerza que le imprime Gavazzeni a los conjuntos Florentinos, aunado a una toma de sonido la cual deja mucho que desear, pero compensada por la lucidez de las voces.

Rigoletto: Ettore Bastianini
Gilda: Renata Scotto
Il Duca: Alfredo Kraus
Maddalena: Fiorenza Cossotto
Sparafucile: Ivo Vinco
Borsa: Enzo Guagni
La Contessa di Ceprano: Clara Foti
Il Conte di Ceprano: Giuseppe Morresi
Marullo: Virgilio Carbonari
Il Conte di Monterone: Silvio Maionica
Gianandrea Gavazzeni; Orchestra e Coro del Maggio Musicale Fiorentino

CD I  CD II 

viernes, 25 de octubre de 2013

Macbeth (Cappuccilli, Verret, Ghiaurov, Domingo, Abbado; Coro e Orchestra del Teatro Alla Scala)


Macbeth representa un paso mas allá de lo logrado en Ernani, pues aquí música y drama se conjuntan de manera que es perceptible cada pasión, sentimiento y locura del corazón humano.
Verdi dejaría para siempre los convencionalismos "tradicionales" para adentrarse en una composición donde todo se homogénea, develando a un compositor que mira hacia nuevos horizontes.
Aparte, siendo la primera adaptación operística de Shakespeare en su producción, (el Maestro siempre fue un asiduo lector del bardo de Avon) la tragedia presume ser la elección idónea para que emerjan sus nuevas visiones escénicas, siendo él un hombre entregado y hecho para el teatro; y en este, su querido Macbeth, lo demuestra magistralmente. Otro de los puntos álgidos es el coro, de proporciones tremendas (el inicial de brujas siempre me ha parecido de una gran extrañeza)

La grabación comprende voces que en el momento se encontraban en buenos años; Cappuccilli traza un Macbeth algo falto de imperiosidad, por su tan clemente forma de cantar, aunado a esto transmite la emotividad en la que cae.
Ghiaurov se desempeña (como siempre lo he escuchado) con grandes dotes de corpulencia.
La Lady Macbeth es cantada por una Verret que me recuerda inevitablemente su Éboli, al dar vida a una turbada mujer fatal con sed mórbida; por su parte, el Macduff de Domingo es placentero, un regalo extra.
Abbado dirige soberbiamente, destacando sobretodo la brusquedad en la escena de las apariciones, intenso.

Macbeth: Piero Cappuccilli
Lady Macbeth: Shirley Verret
Banco: Nicolai Ghiaurov
Macduff: Plácido Domingo
Malcolm: Antonio Savastano
Dama di Lady Macbeth: Stefania Malagú
Medico: Carlo Zardo
Servo di Macbeth: Giovanni Foiani
Sicario: Alfredo Mariotti
Araldo: Sergio Fontana
Claudio Abbado; Coro e Orchestra del Teatro Alla Scala

CD I  CD II  (Flac tracks)

martes, 22 de octubre de 2013

Attila (Ramey, Studer, Shicoff, Zancanaro, Muti; Orchestra e Coro del Teatro alla Scalla)



Siguiendo con el Verdi de juventud, he aquí su novena ópera.
Attila es un trabajo directo, con todo el arrojo de un hombre deseoso de patriotismo y la música aquí escrita así lo demuestra. Aún teniendo la escencia belcantista e influencia Rossiniana, Verdi logra en este drama sobre el rey de los Hunos una atmósfera que retrata el hambre de libertad en la Italia del 1800.
Desde el inicio con ese severo y hermoso preludio el maestro se deja sentir como lo era en ese tiempo y lo sería siempre: un alma del pueblo (tenía treinta y dos años cuando la estrenó; siendo La Fenice de Venecia el teatro elegido)

La grabación es de alto calibre.
Muti (que dirige Verdi de forma brillante y muy personal) aquí lo encontramos ardiente, decidido, al atacar cada nota con pasión.
La tremenda voz de Ramey encarna magistralmente el carácter de Attila, un personaje colérico pero que cae en los delirios y la adoración.
La Odabella de Cheryl Studer, con sus difíciles vocalizaciones, tiene los suficientes bríos para abordar su arduo papel. Hermoso su "Liberamente or piangi" de entrada al primer acto.
A Neil Shicoff se le escucha en sintonía al lado de la Studer; esas escenas de Foresto y Odabella son bien agraciadas.
Giorgio Zancanaro canta un Ezio de atrayentes sentimientos, exaltado y arrebatador.
Resumiendo, esta grabación cumple con los aspectos necesarios que hacen de Attila la bella ópera que siempre ha sido.

Attila: Samuel Ramey
Odabella: Cheryl Studer
Foresto: Neil Shicoff
Ezio: Giorgio Zancarano
Uldino: Ernesto Gavazzi
Leone: Giorgio Surian
Riccardo Muti; Orchestra e Coro del Teatro Alla Scala di Milano

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domingo, 20 de octubre de 2013

Ernani (Domingo, Freni, Ghiaurov, Bruson, Muti; Coro e Orchestra del Teatro alla Scala)


Quinta ópera de Verdi y primera donde logra dominar cada característica escénica para hacer de ella una maravilla.
Ernani, siendo claramente una obra por demás romántica en todo sentido, contiene los elementos puros del sentir teatral: acción dramática mas presente, personajes de sentimientos sumamente profundos, y una música cuyas melodías se volverían inolvidables.
Rigoletto vendría a definir un estilo totalmente nuevo y vanguardista, pero queda claro que con este drama del teatro francés (escrito por Víctor Hugo) estamos ante un Verdi totalmente renovado y dueño de sus dominios. 

La grabación en directo data de una serie de presentaciones en aquel diciembre del ´82 (al parecer en la inaguración de una nueva temporada) teniendo a un Muti con sus características y apasionantes lecturas Verdianas.
Los cuatro protagonistas (muy bien elegidos) representan con claro histrionismo la esencia de sus roles.
Domingo calza un sufrido Ernani, de canto terso y noble, la Freni notoriamente canta su Elvira con dulzura y bondad; Bruson muestra un irrefrenable pero bien reflexivo Don Carlo y Ghiaurov, derrochando (como siempre) impetuosidad.

Agradable sonido para ser un registro en vivo.

Ernani:  Plácido Domingo
Don Carlo: Renato Bruson
Don Ruy Gomez de Silva: Nicolai Ghiaurov
Elvira: Mirella Freni
Giovanna: Jolanda Michieli
Don Riccardo: Gianfranco Manganotti
Jago: Alfredo Giacomotti
Riccardo Muti; Coro e Orchestra del Teatro Alla Scala di Milano

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jueves, 17 de octubre de 2013

Aida (Freni, Carreras, Cappuccilli, Baltsa, Van Dam, Raimondi, Karajan; Wiener Philharmoniker)




La Aida que grabaría Karajan en 1979 se encuentra entre las mas explosivas en cuanto a dirección orquestal pues en aquellos años su batuta se convertiría en una extensión de su perfeccionismo y muy criticado egocentrismo; aunado a todo esto, sigue siendo una Aida de gran calidad.

Si bien la pareja de protagonistas nunca destacaron sobre las tablas con sus respectivos roles, aquí logran momentos de grata lucidéz.
Mirella Freni canta sus pasajes con el sentimiento que la caracteriza, retratando bellamente la sufrida alma de la princesa Etíope; su aria del tercer acto es sublime.
Carreras (captado en sus mejores años) demuestra sin temor un carácter heróico y de mucha expresión.
El Amonasro de Cappuccilli resume una vez mas lo logrado bajo la dirección de Muti: (reseñado antiguamente en el blog) un despliegue de dramatismo bárbaro.
La Baltsa me deja satisfecho con su Amneris; encuentro en ella la voz idónea para el papel, demostrando la gran mezzosoprano que ha sido en las últimas décadas.

Completando la grabación tenemos el sobrio Ramfis de Raimondi, el pulcro Rey de Van Dam y a Katia Ricciarelli como la sacerdotisa.

Aida: Mirella Freni
Radamés: José Carreras
Amonasro: Piero Cappuccilli
Amneris: Agnes Baltsa
Ramfis: Ruggero Raimondi
Il Re D´Egitto: José Van Dam
Una Sacerdotessa: Katia Ricciarelli
Un Messaggero: Thomas Moser
Herbert von Karajan: Chor der Wiener Staatsoper & Wiener Philharmoniker

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domingo, 13 de octubre de 2013

Don Carlo (Bergonzi, Ghiaurov, Tebaldi, Fischer-Dieskau, Bumbry, Talvena, Solti; Chorus & Orchestra of the Royal Opera House)


Este Don Carlo es, por su elenco apoteósico, el mejor registro del drama Schilleriano.
En primera istancia tenemos la salvaje dirección de sir Georg Solti, conduciendo la orquesta y el coro de la Royal Opera House de manera electrizante, arrojándose con sonoridades tremendamente vibrantes, dando en conclusión una de las lecturas mas poderosas.

En cuanto a voces tenemos a grandes interpretes del canto Verdiano; Carlo Bergonzi representando un infante que es pura dulzura, desglosando cada frase a placer y llevándonos a las entrañas de su personaje atormentado.
La Tebaldi, si bien se encontraba en la segunda mitad de su carrera, se desempeña gratamente; en los agudos se nota falta de arrojo pero en escenas donde no se exige gran demanda la escuchamos con toda la serenidad de su arte.

Dietrich Fischer-Dieskau reencarna uno de los Posa mas hermosos; entregándonos una solvencia de canto puro y por mas encantador (este hombre lo podía cantar todo!)
Grace Bumbry es una Éboli tremenda; despide osadía en sus momentos mas tensos aunada a una mesura muy bien plasmada.

La pareja de bajos es monumental; Ghiaurov imponiendo dominio y poderío, Talvena, una bravura endemoniada; el gran dueto del cuarto acto es una lucha de agresividad desmedida. Bárbaro.

El mas grande Don Carlo.

CD I  CD II  CD III y Libreto 

jueves, 10 de octubre de 2013

Luisa Miller (Ricciarelli, Domingo, Obraztsova, Bruson, Howell, Maazel; Chorus & Orchestra of the Royal Opera House)



La Luisa Miller que grabaría Katia Ricciarelli es al parecer la mejor registrada superando en gran medida el bello retrato que lograría Montserrat Caballé unos años antes.

La suya es una heroína a quien se le escucha con toda la teatralidad plasmada en cada momento donde interviene, dando como resultado una Luisa dulce en cuanto a expresividad, frágil de sentimientos y en sus escenas mas dramáticas, con la garra suficiente de un personaje al borde del desespero. 
El dominio de la coloratura está siempre presente, al igual que sus pianissimos. Bella.

Domingo logra sobrios momentos en el lírico personaje de Rodolfo.
Renato Bruson demuestra una vez mas su maestría baritonal al abordar el paterno papel de Miller.
La dirección de Maazel se mantiene exacta en cada página de la partitura, con una ejecución clara y concisa.
Una grabación para la grata escucha.

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miércoles, 9 de octubre de 2013

Falstaff (Taddei, Panerai, Araiza, Kabaivanska, Perry, Ludwig, Schmidt, Karajan; Wiener Philharmoniker)


Siguiendo con celebraciones Verdianas, he aquí la última gran ópera bufa del teatro musical.
Después de aquella barbaridad como lo fue Otello, donde el drama nos introducía a lo mas trágico del corazón humano, y donde parecía alcanzaba el pináculo de su arte total, el Maestro nos entrega esta comedia y lo hace de manera perfecta.

Tuvieron que pasar mas de cincuenta largos años para que Verdi abordara de nuevo el tema cómico, y en Falstaff lo domina triunfalmente, dotando a cada personaje con todo el brillo, la ternura y la gracia que los hace inolvidables, sin ningún momento caer en los convencionalismos escénicos.

Verdi diría alguna vez "Retorna a lo antiguo y serás moderno"  y la escena final resume justamente ese dicho, donde todos los personajes se juntan y entonan esa fuga (una de las formas musicales mas remotas) y así poner fin a la carrera mas excelsa y monumental en la historia de la ópera. 
Increíble.

Giuseppe Taddei (Falstaff)
Rolando Panerai (Ford)
Francisco Araiza (Fenton)
Piero di Palma (Dr. Cajus)
Heinz Zednik (Bardolfo)
Federico Daviá (Pistola)
Raina Kabaivanska (Alice Ford)
Janet Perry (Nannetta)
Trudeliese Schmidt (Meg Page)
Christa Ludwig (Mrs Quickly)

Herbert von Karajan; Wiener Philharmoniker

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sábado, 5 de octubre de 2013

I Vespri Siciliani (Arroyo, Domingo, Milnes, Raimondi, Levine; New Philharmonia Orchestra)



I Vespri Siciliani cuenta con pocas grabaciones netamente recomendables y que cumplan con los aspectos mas técnicos, comerciales, y donde encontremos, de principio a fin, toda la magnitud de esta obra maestra indiscutible.
Esta grabación tiene todo el arrojo y la juventud de un Levine al que parece no importarle la ardua batalla de llevar al estudio tan monumental partitura, teniendo bajo su dominio esa bella dupla de tenor y barítono.

Domingo y Milnes se complementan sobremanera; bajo la dirección del maestro, a estas voces se les escucha con una homogeneidad grata para el escucha, retroalimentándose la una a la otra; uno, con su canto Verdiano tan característico, el otro, sacando toda la belleza del demandante ( y muy problemático ) rol de Arrigo. 

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jueves, 3 de octubre de 2013

La Forza del Destino (Price, Domingo, Milnes, Cossotto, Giaiotti, Bacquier, Moll, Levine; London Symphony Orchestra)


Este registro de La Forza del Destino, con un Alvaro ejemplar como el de Domingo y una Leonora de antología como lo es la de Leontyne Price, cuenta con la instruída batuta del maestro Levine, llevando las riendas de la Sinfónica de Londres.
La magistral lectura que da el director estadounidense a este drama plagado de muertes, aquí se vuelve una grabación muy completa y con un elenco mas que acertado.

Domingo grabaría posteriormente su versión con la Freni comandada por Riccardo Muti; aquí, aun siendo relativamente joven, aborda triunfalmente el difícil papel de Don Alvaro.
Se le escucha firme, con toda la lucidéz de su valiente voz.

Sherrill Milnes sorprende con su Carlo, proyectando un personaje lleno de bravura y de actitud febril.

Mas es Leontyne Price el atractivo principal de esta "Forza", pues nos entrega una Leonora perfecta e idónea para su voz, por momentos oscura y solemne, pero siempre trasladándola hasta la última gota del dramatismo. Espléndida.

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